Coloque una lata de refresco en el suelo en posición vertical y luego ponga el pie sobre ella y presione de forma progresiva hasta que colapse.
Esto es algo parecido a lo que un equipo de ingenieros de la NASA hará a un inmenso tanque de combustible para cohetes fabricado de aluminio y litio a finales de marzo, con la esperanza de utilizar los datos de la prueba para producir nuevos fuselajes de mayor reistencia para los lanzadores espaciales del futuro.
Las pruebas de este innovador estudio están en curso en el Marshall Space Flight Center de la NASA en Huntsville, Alabama.
La prueba a gran escala sigue una serie de ensayos a escala más pequeña, todo ello encaminado a reducir el tiempo y el dinero que se gasta en el diseño y prueba de misiles en el futuro. Mediante la incorporación de materiales más ligeros de alta tecnología en el proceso de diseño y fabricación, los cohetes ahorrarán peso y llevarán más carga útil.
La prueba a gran escala sigue una serie de ensayos a escala más pequeña, todo ello encaminado a reducir el tiempo y el dinero que se gasta en el diseño y prueba de misiles en el futuro. Mediante la incorporación de materiales más ligeros de alta tecnología en el proceso de diseño y fabricación, los cohetes ahorrarán peso y llevarán más carga útil.
En los últimos días, los técnicos movieron al exterior un tanque en de 27.5 metros de diámetro y 3 metros de altura para su ubicación entre dos anillos de carga masiva que, durante la prueba, presionarán hacia abajo con casi un millón de libras de fuerza.
"Las estructuras de vehículos espaciales, especialmente los tanques de combustible, están diseñados para ser lo más finos posible, ya que cada libra de la estructura del vehículo supone menor peso de la carga útil y puede aumentar dramáticamente el coste de hacer volar un cohete", dijo Mark Hilburger, un ingeniero de investigación. "Mirando hacia el futuro de los grandes lanzadores, nuestro objetivo es proporcionar a los diseñadores una mayor confianza en la forma en que ocurre el pandeo de las estructuras para que podamos desarrollar tanques ligeros de peso."
La investigación hasta la fecha con los nuevos tanques a prueba sugiere un potencial de ahorro de peso de hasta un 20 por ciento. En preparación para la próxima prueba, cientos de sensores se han colocado para medir la tensión, deformaciones y desplazamientos locales. Además, las técnicas avanzadas de medición óptica se utilizan para controlar las deformaciones pequeñas en toda la superficie externa.
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